Como lograr más en el mismo tiempo

En ocasiones no es el tiempo lo que nos impide hacer las cosas importantes e impactantes en nuestra vida. Es el momento en el que las queremos realizar. Después de un largo y ajetreado día queremos completar esa tarea que es tan importante cuando estamos cansados y mentalmente fatigados.

Tomemos el caso de Juan. Se levanta lo más tarde posible para dormir lo más que pueda, ya que siempre se acuesta muy tarde a dormir. Sale a las prisas, y llega casi a la hora de entrada. Ya lo están esperando llamadas y mensajes, los cuales atiende lo más pronto posible, pero siguen llegando.

El día es ajetreo y trabajo casi sin cesar. A excepción de las ocasiones que se pone a platicar con uno que otro compañero de política, futbol, programas de televisión, y los chismes de la oficina.

Ya casi al final del día se siente cansado y sin ganas. Se fija en su reloj y casi es hora de salir. En ese momento se acuerda de que en dos días tiene que entregar el proyecto que su jefe le pidió dos semanas antes. Lo único que ha avanzado son algunas investigaciones que hizo en internet a las que les dedicó seis horas. Bueno de trabajo fueron dos, las otras cuatro se fueron en Facebook.

Trabaja varias horas, y se desespera que avanza muy lentamente. Se siente cansado, y decide que es mejor seguir al día siguiente. Se va a su casa ya tarde, frustrado porque nunca le alcanza el tiempo.

Juan ve el problema como que el día no tiene suficientes horas, pero la realidad es que todos tenemos las mismas 24 horas cada día. Siendo que es imposible tener más tiempo, lo que tenemos que hacer es usar nuestra energía al máximo. De esta manera vamos a lograr mucho más en el mismo tiempo. José, por ejemplo, se organiza de manera que hace lo más importante cuando más energía tiene.

Se levanta dos horas y media antes de la hora de entrada, lo cual no se le dificulta pues tiene por costumbre dormirse temprano. Hace un poco de ejercicio, se bañan, se arregla, y desayuna sin prisa, pero sin desperdiciar el tiempo. Ya sabe cuáles tres tareas importantes debe realizar en el día. Las escribió la noche anterior antes de irse a dormir.

Llega una hora antes de su inicio de labores. Le dedica 5 minutos a revisar  rápidamente sus correos electrónicos para asegurarse de que no haya ninguna emergencia. Cierra su programa de correo electrónico para dedicarle las siguientes dos horas al proyecto que su jefe le encargó el día anterior, que debe de entregar a más tardar en dos semanas. Se pone audífonos lo cual indica a sus compañeros de trabajo que quiere decir que está ocupado.

En esas dos horas de alta concentración y alta energía José termina la parte más difícil del proyecto, y revisa los cálculos. No lo termina, pero con el avance logrado siente que su día está completo.

Le dedica una hora a ponerse al corriente con los correos electrónicos y responder a solicitudes de asistencia de clientes y compañeros de trabajo. Vuelve a cerrar el programa de correo electrónico. Ya no va a volver a ver correos electrónicos hasta después de la comida. José continuamente les pide a sus compañeros y a su jefe que si algo es urgente que por favor le llamen por teléfono. Así es que si es realmente urgente le llaman, y si no esperan a que José les conteste.

Sigue con su segunda tarea más importante. Revisar una propuesta para un cliente antes de pasarla para revisión final de su jefe. Si bien ya no tiene la energía y concentración de la mañana. Tiene más que suficiente para revisar el trabajo que realizó antes con mucho detenimiento. Termina justo antes de la comida.

Al regresar de la comida manda la propuesta a su jefe al tiempo que revisa sus correos electrónicos y responde a lo que es necesario. Continua con la tercera tarea importante del día, que es organizar una reunión inter-departamental para un proyecto de mejora continua. Si bien involucra muchas llamadas, es un trabajo relativamente sencillo, y aunque ya no tiene tanta energía lo puede realizar sin problemas.

José revisar por última vez sus correos electrónicos una hora antes de la hora de salida. De nuevo, está tranquilo porque sabe que si hay una emergencia le van a llamar por teléfono. Dedica la última parte de su día a organizarse y programar el día siguiente. Se va a su casa a la hora de la salida con la satisfacción de haber terminado todo lo importante que quería hacer.

José empezó con los trabajos más importantes y demandantes al inicio del día, y conforme avanzó el día fue realizando las tareas más sencillas.