Planea para lograr

Muchas veces después de semanas y meses de trabajar largas horas día tras días nos damos cuenta que no avanzamos. Por alguna razón, a pesar de todo nuestro esfuerzo nuestra vida prácticamente sigue igual. No sentimos una diferencia. Seguimos ganando más o menos lo mismo, seguimos pasados en kilos, nuestro proyecto personal sigue sin comenzar, etc.

Esto es porque normalmente nos arrastra el torbellino del día a día. Queremos hacer cosas muy importantes, pero surge un problema, una emergencia, una visita inesperada, o cualquier otra distracción, y lo realmente importante se queda pendiente.

Lo primero que tenemos que hacer es definir esas metas importantes, y ver que podemos avanzar una semana. ¿Por qué una semana? Porque si lo hacemos a diario, y un día no hacemos lo que planeamos nos podemos desmotivar, y darnos por vencidos. Si bien no está mal tener metas mensuales, si logras tus metas semanales tus metas mensuales se van a cumplir en automático.

Por ejemplo, si una de nuestras metas es bajar 5 kilos no lo vamos a lograr en una semana. Tal vez sea más razonable poner como objetivo de la semana bajar un kilo en la semana. Lo que más ha contribuido a nuestro sobre peso es que tomamos mucho refresco, y no hacemos ejercicio. Por lo tanto decidimos que tenemos que hacer 20 minutos de ejercicio 3 veces a la semana, y tomar la mitad de refresco que tomamos en la semana. En las siguientes semanas vamos a ir aumentando el ejercicio, pero nuestro doctor nos aconsejó empezar despacio porque  hace mucho que no hacemos ejercicio.

Para bajarle al refresco que consumimos cambiamos de comprar refrescos en presentación de 600 ml por refrescos de 235 ml. Es un cambio drástico, pero preferimos esto a tomar refresco un día sí y un día no. En las siguientes semanas vamos a ir bajando el consumo de refresco, pero no por el momento.

Siendo que los lunes son muy pesados vamos a hacer ejercicio el martes, el jueves, y el sábado en las mañanas. No lo hacemos el lunes porque siempre hay mucho trabajo y llegamos temprano es día. Evitamos programar ejercicio el domingo porque si alguno de los otros días no podemos hacer ejercicio tenemos ese día para cumplir con la semana.

Si hacemos todo lo programado vamos a bajar algo de peso. Tal vez el kilo que queríamos, pero puede ser más o menos. De acuerdo al resultado vamos a ir planeando hacer más cambios para lograr nuestra meta final de bajar 5 kilos.

Un ejemplo para aumentar nuestros ingresos es hacer algún trabajo por fuera los fines de semanas o en las noches. Esto aplica para todo tipo de trabajos. Ya sea que seas albañil, carpintero, pintor, vendedor, contador, programador, etc.

Pensemos que somos contadores. Nuestro objetivo es incrementar nuestros ingresos 30% en un año. ¿Qué podemos hacer en la semana para lograr esta meta? Hacer lo que tanto hemos rehuido hacer, llamar a nuestro primer prospecto. Nos da pena, no estamos acostumbrados a ofrecer nuestros servicios, y es por eso que seguimos donde estamos. Sabemos que hay muchos pequeños negocios que se beneficiarían de tener su contabilidad en orden. No les costaría mucho, y a nosotros no nos tomaría demasiado tiempo realizar el trabajo. Lo podemos hacer sin problema en las noches y fines de semana.

Nuestro objetivo de la semana es seleccionar y llamar al menos 10 prospectos para ofrecerles nuestros servicios. Decidimos empezar a hacer las llamadas el martes nada más saliendo del trabajo. No nos vamos a detener hasta que al menos una persona acepte darnos una entrevista personal.

Al final de la semana, ya que hicimos los que nos propusimos, vamos a analizar los resultados y ver qué cambios podemos hacer para lograr nuestra meta de incrementar nuestros ingresos un 30%.

En lo personal hago el proceso de planear la siguiente semana, después de analizar la anterior los domingos. Mis metas no exactamente las que use como los ejemplos, pero van en la misma línea. He bajado más de esos 5 kilos, aunque me falta más, y he aumentado mis ingresos un poco más de lo que había establecido. Esto me da la confianza para mis nuevas metas, que son más ambiciosas.

Una gran ventaja de trabajar semana a semana es que si en alguna semana no cumplimos con todo lo que programamos, analizamos la causa, corregimos lo que haga falta, y volvemos a empezar el lunes. No somos perfectos, va a haber malas semanas, pero una mala semana seguida de muchas buenas semanas igual nos va a llevar al éxito.

El hábito de planear nuestras tareas más importantes para la semana, y programarlas con lugar, fecha, y hora incrementa muchísimo la probabilidad de logremos lo que más nos va a mejorar la vida.